domingo, 15 de febrero de 2009

MAYKO




Maiko era un obezno que adoraba la nieve, se pasaba el día completo bañádose en ella, los días de verano no le eran suficientes para jugar en ella, mientras los hermanitos aprendían a pescar, a Maiko parecía que no le interesaba andar con sus hermanos, él solo quería jugar en ese manto blanco.
Al principio, a sus padres, estos retozos les causaban gracias, pero conforme fueron pasando los días, se fueron preocupando, porque el tiempo pasaba y maiko no hacia nada por aprender a pescar, el papá oso lo comentó en un momento de soledad:
-me preocupa Maiko, porque está por llegar el tiempo de marchar y no le veo intensiones de aprender a pescar, tú sabes lo elemenal que es esta actividad, si no sabes proveerse, no sobrevivira en esta inmensidad de mundo.
-no te preocupes- le dijo la Osa- todos tenemos un momento para jugar, para aprender, para vivir, si no hemos podido acercarlo a lo que por fuerza debe saber..tenemos que ser más astutos y llevarlo sin que sienta..vas a ver como en menos de lo que esperas, Maiko sabe pescar.
sin embargo esta premoniciones no se estabanm cumpliendo, Maiko seguía sin pescar, y nadie de la familia ni la astucia los había ayudado en este menester. Mirandolo jugar, la mamá oso se le ocurrió una idea.
- maiko, maiko has jugado al juego del saltito?
- saltito? no recuerdo mamita..¿ cómo es el juego?
- tenemos que acercarnos al lago...en la orilla debemos esperar y observar dentro del agua, la intensión es que al ver pasar los peces tenemos que tomarlos y sacarlos del agua, el que saque más peces, es el que gana.
- uy mamá, parece sencillo el juego..vamos quiero jugarlo contigo.
Maiko empezó a seguir a su mamá rumbo al lago, y entonces empezó a sentir la humedad debajo de las patas, luego más humedad hasta que esa humedad se sintió como agua corriendo debajo de sus patas, esa sensación le lleno de emoción, estaba sintiendo algo que nunca había sentido y esto lo llenaba de emoción, cuando llegaron al lago , Maiko iba excitadísimo por la emoción de entrar en ese juego desconocido,ahi en el lago se encontró a sus hermanos y a su papá zambulléndose completo en el agua y sacando peces con el hocico..
- yo quiero jugar-grito emocionado-yo quiero jugar..¡¡¡les voy a ganar!!!
y asi sin pensarlo se hundió en el agua, esto lo saco de la idea de que la nieve era lo mejor que le había pasado, nada como el agua...nada como hundirse en la fria agua llena de peces...gozó tanto estos juegos, que cada que podía se iba al lago a jugar ese juego del saltito...sus hermanos sabían que era un trabajo, pero maiko lo sentia como un juego y asi lo experimentaba, jugando jugando aprendió a pescar, y era un excelente pescador.
Ahora mayor, Maiko miraba como sus hijos retozan en la nieve y pensó:
- ya va siendo hora de enseñarles el juego del saltito.

rocio avitia
chihuahua mexico
junio 13 2005