Benavente
Me voy camino a la vereda, quién dice que detrás de la enramada de los sauces no esté esperándome la vida. Me guía el rumor del río , sus caricias con la orilla y el parloteo de las aves que esperan ver caer la tarde. ¡ Espérame, Benavente! Espérame que te alcanzo
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Benavente, escucha. Son los grillos del temporal. El río va tronado corriente abajo, a su paso, arrastra la timidez de los arroyos. No acaricia, ahora muerde, despotrica, se ufana. ¿quién está a la sombra, mientras oye como la creciente del río brama? Es él...¿lo ves? ¡Es él!
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¡¿Cómo pudo esfumarse?!¿Alcanzaste a verlo, Benavente?Su figura rompía el arrumaco de la luz entre la hojarasca y escondía su rostro..¡si! pero alcancé a distinguirlo. Al menos eso creo. Ya sabes como los anhelos engañan los sentidos. pero era él...Benavente...¡era él!
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Ay, Benavente! Salió de las brumas nocturnas, me susurró al oído, caminó mi piel a besos..después, simplemente se desvaneció. Pero estoy segura ¡Era él! Esta vez no puedo equivocarme.¡Era él! ¡Ay, Benavente! ¿Qué será de mi, si sigo soñando así?
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Me colgué en el minutero esperando verlo pasar por la calle. Pero solo rumoreó la larga cola de la noche. El silencio de las sombras es engañoso, porque el tictac, se oía a lo largo del callejón, mi respiración hacia eco en las caracolas.Sonó mi soledad y yo creí desmoronarme en cada sonido, ¡ay, Benavente!¡Quisiera no sentirlo más!¡Que me deje vivir!
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Ha sido inútil, la luna se desplegó a través de la ventana y posó sus labios fríos sobre mi rostro. Le dí la espalda pero ...su frialdad se abrazó a mi cuerpo y de la nada empecé a llorar. ¿Qué pasa conmigo, Benavente?¿por qué no puedo apartarlo de mi mente? Porque sigo esperando que regrese...¿quién regresa de la muerte?
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Quiero desnudar mis sueños, que nada en ellos repare, ni despotrique. Quiero que mi caja de Pandora permanezca cerrada esta noche... reposar, no pensar en él. ¡Olvidarlo! ¡Benavente! Cierra las cortina, no dejes que la lámpara esté encendida tanto tiempo,¿ no ves que despiertan mis anhelos y no puedo descansar? Esta noche dormiré a solas...deje detrás de la ventana su recuerdo.
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Hoy está nevando en el entronque de mi pensamiento, todo es blanco y frío. se murió el sonido de los pájaros, escondidos en las enramadas que crujen a mi paso. Frente a mis ojos, el mismo camino de siempre y la misma espera.
¡Benavente, corre que se nos va! ¡Se nos va! ¡ Caray, Benavente! ¿ por qué no te has puesto las botas?
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Si, es verdad, Benavente. Toda la noche me quedé esperando verle doblar por la esquina, estaba segura de que hoy vendría, pero, ayer también así lo creí y ya ves, de nuevo, nada. Cuántas tazas de café faltarán para que regrese...un día más, Benavente, pero también un día menos...y yo sigo aquí...y tú sigues conmigo
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¡Déjame, por favor, déjame! qué le importa a nadie , que siga hilando ¿acaso no son mis lágrimas? Si me place, con mi llanto tejeré mil mantillas. Y en cada lágrima su recuerdo iré grabando.¡Qué no ves, Benavente! ¡ Tengo nada! solo su recuerdo. Y eso no sirve , solo hace que me duela el alma.
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Estoy esperando a que salga el sol, hoy ha venido del Sonora y espero alcanzarlo en la plaza. Tal vez sentados frente a la catedral, pasando frío, podamos a manos llenas, recorrer diez años de no conocernos. Si, Benavente, hoy dejaré en casa la cascada de recuerdos.O tal vez los envuelva en el pañuelo de lino y los ponga cerquita de mi pecho, ahí donde late mi corazón. No lo sé..tú quédate en casa por si regresa, que pueda encontrar quien le abra la puerta, yo regresaré más tarde..¡que si! ¡que si, Benavente! puede que sea esta noche...
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La noche estuvo solitaria, en la plaza ni las palomas sonaban. La catedral estaba cerrada ¿Quién cierra una iglesia? El sonora me alcanzó en la banca y lanzó una palabrota...recordé otro día, en esa misma plaza, me regalaron dos rosas blancas y creí que esta noche sería la noche , que al regresar de la plaza estaría sentado a la entrada de la casa...como en otras ocasiones se sentaba, ya vi que no fue así. ¡No fue así, Benavente!
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Benavente!!! ¿Còmo hago para ,entre las piernas, no sentir sus manos?¿ cómo hago para borrar de mi piel, su huella? ¿Cómo puedo dormir sin sentir su aliento, a besos, deslizando lento en mi cuerpo? En cada sueño pierdo la vida y al amanecer solo pienso...¿será esta noche?¿será? Y el tiempo no responde...él sigue muerto
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Benavente, vamos...siéntate aquí a mi lado...mira como la luna tiene un anillo rojo..El viento llegará por la noche,hará más frío. ¡Huele! es la lluvia, pero seguramente es lejos. Acércate, dame la mano, esperemos sentados. Te das cuenta, cada noche faltan menos noches...¿no te parece asi, Benavente? ¡Vaya,hace frío, cobíjate aquí
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Se metió debajo de mis cobijas, lo sentí abrazarse a mi cintura, pegarse a mi espalda, le oí murmurar que me ama, sentí su calor.Entorné los párpados y quise distinguirle en el espejo, quise verlo reflejado, pero sabia que no estaría ¡Y no estaba, no estaba todavía! Como siempre eran mis sueños. ¡Benavente, me estoy volviendo loca! ¡¿cuántas noches faltan...cuántas?! Siento que me muero un poco cada día16
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Si me toca dormir otra noche así, seguramente amaneceré debajo del delgado caparazón de su boca. No soy tan fuerte para soportar tal sopor y desgaste emocional.
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¡Benavente, has regresado!..¡que bueno! ahora podemos salir al huerto, llené las cajas de monerías quiero enterrarlos allá a los lejos, en el manzano de Matilda. Adiós a las esperas...acabaré con él y su recuerdo.¿vamos
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¡carajo, Benavente! ¿no te dije que el manzano era el de Matilda? , a qué vienes a escarbar en el naranjo de la vieja Petronila. Te lo dijimos siempre, que la Petronila era bruja, se arrejuntaba con mis bisabuelas y las tres echaban el mal del ojos a los labriegos.
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Benavente!!! Benavente! ¿ a dónde habrá ido?¿ se habrá ido de misa que últimamente le ha dado por santificarse?¡Benavente, dónde estás carajo!
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¡Benavente! Ya deja de estarte asomando que por la calle solo pasa la mula de Rosa o ¿acaso a Rosa es la que estás mirando? No me digas que te has enamorado.¡ Ay, Benavente que no te ves en mi fotografía..¡retratado!
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¡Benavente!...está cantando el tecolote... échame la bendición, porque dicen por ahí que cuando el tecolote canta el indio muere....y ya sabes que la única india aquí, soy yo.
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Benavente....¡que te comiste todas las uvas!...solo eran doce , doce deseos. pero tú abusador de confianza, te las comiste todas y me has dejado sin deseos. ¡Caray, que suerte la mía!
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Benavente, eso te pasa por díscolo y tomarte todas las uvas, dejándome sin sueños. Bien merecido que te lo tienes, a poco crees que porque me ayudaste a enterrar mis recuerdos voy a estar agradecida toda la vida ¡olvidalo! ¡ojalá estés empachado y te dure 7 días!
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¡Cómo! ¿tú también te vas? Pero...¿por qué Benavente? ¿te he maltratado? ¿he sido desconsiderada? No, puede ser ¡tú también! tú...¡también!
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ahora que se marchó Benavente, fui al naranjo a rescatar mis recuerdos, pero ¡no estaban, no estaban! Benavente!!!! ¿te llevaste mis recuerdos? ¡Regrésamelos! Por favor que nada me queda..
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¡Benavente!¿ Por qué te has ido? ¿a dónde te has ido?