miércoles, 22 de septiembre de 2010

desde belarmino

Cuando era mas chiquita, mas bien pequeña, mi abuelo Don Isaías, que era un hermoso hombre de ojos azules, pero no celestes sino del tono del cuadrito de comentar o de compartir ( aunque él no compartía ni sus sueños, era bastante díscolo ) me dijo:-
-¡¡¡Rocioooooooo!!!- es un decir que me dijo, más bien, me hablo bastante alto, y mira que mi abuelo no acostumbraba levantar la voz, al contrario, la hacia mas gruesa y la ponía a caminar hacia al intrépido que había osado cometer alguna barbaridad. Al escuchar su llamado alto, corrí hacia él. Mi prima Aída me había retado al mamaleche ( que nombre tan subliminal, hasta ahora me doy cuenta), eso hacía en ese momento, jugábamos al mamaleche, ¡cómo me hacía berrear mi prima! Era una tramposa y no conforme con hacer las trampas, nos acusaba a los demás de acusarla ¡hábrase visto tal desvergüenza!
-ya abue- le dije jadeando, la carrera corta me había fatigado
-Rocio- ya va a comenzar kaaaaaaaaalimaaaaann- luego en voz mas suavecita- el hombre increíble.
Yo lo miré, como que no entendía nada de nada, qué tenía que ver conmigo , con el mamaleche y con mi prima aida, Kaliman.
-Vénte vamos a escucharlo.
Y bueno me fui con mi abuelo a escuchar en el radio a don kaliman. Y me sentaba ahi a su lado tratando de adivinar las emociones de las voces , yo no sabía, entonces, que eran personas dedicadas a dar vida, bueno pero no pasó mucho tiempo sin saberlo pero asi mismo, yo en olvidarlo. En mi mente veía aquel vigoroso hombre con ojos del color de mi abuelo, el pelo de mi abuelo, la sonrisa de mi abuelo.... Bueno... y por qué estoy hablando de mi abuelo si be quiere que escriba diez mentadas...¡ah, sin! mi abuelo me prohibió decir o escribir mentadas...le quedo mal compañero don Belarmino. En otro rato será, a ver si mi abuelo , que está como el tuyo, metido en la memoria, se duerme un día, entonces le prometo que si se las