miércoles, 22 de septiembre de 2010

Lilia- mi abuela


Mi abuela está muriendo, muere muy lento, como si fuera un vela que se extingue. Tiene sus ojos vacíos y secos, sin vida. Balbucea, para adentro y de cuando en cuando..logra estirar los brazos señalando hacia el cielo.
Y aún la recuerdo de antes, no me importa que ahora no pueda usar dentadura, se la quitaron para que descanse, en el lóbulo de sus orejas lleva sus pendientes de oro macizo, le han puesto en la cabeza un gorro de estambre para que no tenga frío, ahora tiene cabello, un poco ralo, pero al menos tiene...un día amaneció completamente rapa,entonces me hizo recordar los campos de concentración de la ll guerra civil - que yo no conocí pero fotografías por mil, he visto siempre-. 
Cómo habremos de morir nosotros, seguramente como todos mueren un día, cerrando los ojos sin notar, sin saber, sin pensar, ni sentir.
MI abuela abre los ojos y sin ver saluda a todos los muertos, los que se fueron ayer o lo que se fueron hace tiempo...su madre la vino a visitar,y también la paisana con la que peleaba tanto, vino Mila su prima consentida. Juan, Manuel, Guillermo, Pedro. Margarita, Domitila, Luisa, María y otros tantos, les mira desde adentro y adentro se quedan todos, porque aunque los vivos estamos ahí al lado, no nos ve ni nos reconoce , ni nos siente.
Ahora recordando me sonrio, le decían sus hijos - mis tíos-:- alimentas mejor a los gatos que a nosotros que somos tus hijos. Y ella les respondía:- a ustedes les di de comer caldo, no molesten...al menos no todavía.
Mi abuela era pajarera, no sé si les he contado..por todas las partes había jaulas...de periquitos del amor, canarios, chontes, petirojos, cardenales, no me acuerdo cuantos mas..mi tía Eloísa le construía las jaulas....algunas muy grandes donde metía a los canarios...y hasta empollaban. y dormía con ellos en su cuarto, le dio fibrosis quística el doctor le dijo que era o por los pájaros, o por los gatos. Le dolió el alma pero empezó a vender todos los pájaros, ya no había por las mañanas toda clase de cantos. A los gatos no les echo de la casa, primero porque los echara donde los echara, los gatos siempre regresaban, segundo, porque le hacían un servicio a la casa , matando a todos los bichos de 4 patas.
Ahora me acuerdo de aquella cotorra, pero no hablo de la cocinera, sino de la cotorra que a las doce en punto agitaba las alas y gritaba: -lochaaaaaaaaaa el carterooooooo.
a esa cotorra la mataron los gatos. 
Y mi abuela también tenía dos perras... la daysi y la sandy , peludas y gordas, enemigas de los gatos-¡ah que bonita familia!...pero por increíble que parezca, perros y gatos se toleraban. Todo un zoológico, recuerdo que en una ocasión hasta un mapache llegó de inquilino, y que decir del san bernardo, perro flojón que se la pasaba babeando.
Pero mi abuela seguramente ya los ha olvidado, hace tanto que yace en esa cama,hace tanto que decidió acostarse para no levantarse
Hace un año se cayo de la cama, pobrecita, llorando y nos decía:- me duele..me duele tanto . Y aunque ha pasado un año, cada que le visitamos nos contaba que se cayo de la cama y que le dolía. Ahora ya no se queja ni se acuerda que se cayó de la cama
Yace ahí inmóvil con la vista seca, balbuceando, de cuando en cuando levanta su dedo largo y señala algo...no sabemos qué... 
Mi abuela está muriendo, y muere muy lento. Todos estamos alrededor suyo esperando, no sabemos si despedirnos o desear que se quede mas rato.