miércoles, 22 de septiembre de 2010

en el 63

en 63 yo vestía vestido de holanes , zapatitos de charól y calcetines de punto, en la cabeza una coleta de bucles adornada con listones,- de algodón de colores, que parecía al eso dulce de azúcar inflada.

Me escondía detrás de la puerta porque me daba temor las visitas. Tenía a mi hermana Miriam, un año menor que yo, y nos vestía idénticas,¿acaso mi madre siempre quiso unas gemelas?. Los vestidos nos los confeccionaba una de las amigas de mi madre, cosía muy bien y hacía unas preciosuras con la tela, claro que había que ver a las modelos, en este caso, mi hermana y yo. Ella misma también se encargaba de sacar de mis fosas nasales todas las cosas raras que yo metía en ellas. Tal vez yo pensaba que guardadas ahí, tal vez, podría hacer como una cueva de alí babá, y me emocionaba, hasta que los granos empezaban a inflarse dentro de mis fosas nasales. Mi madre se ponía bastantes sustos conmigo... Una mañana, no recuerdo de que tiempo, estábamos comiendo frijoles con tortillas, entonces empecé a sentir que me ahogaba, el bocado se había ido por otra parte, alguna no conveniente.¡ Me asfixiaba!¡Me moría! - si, si ya sé que exagero, pero así me sentía yo, con todos los conductos respiratorios bloqueados por los frijoles y entonces, entonces, sucedió le milagro...estornudé, y ¡estornudé frijoles! El milagro estaba hecho.

El punto es que yo no pude comprar un pantalón me mezquilla hasta que conocí el sistema de crédito y que fui pagando a plazos..pero antes como a mis once años, una prima me regaló un pantalón defectuoso , defectuoso porque habían cortado la tela sin seguir la linea del tejido sino horizontalmente, cosa que le daba un aspecto mediio raro ( feo). Yo me ponía mis camisas de cuadros estilo Rafael García, que es mi tío, que era unos cuantos años mayor que yo, 62 creo tiene él. y cambié mi peinado por dos colas, una a cada lado de la cara, me ponía mi sombrero viejo, si lograba encontrarlo, y me salía a pasean en el carrito a mi perro, que era el peroo de todos, que se llamaba whisky, que era el único chucho que cabida en la carreola.
El médico de la familia me llamaba mi apache...( de ahi debieron sacar la marca de los triciclos). 
En el 63 era una nena de coletas o rosetas en el pelo, mi madre hacía experimentos con mi cabello que me llegaba hasta la cintura.
Como odiaba la noche, porque para dormir, me llenaba la cabeza de chabetas y de papelitos. Por el día me ponía rulos. Muy peinaditas mi hermana y yo, hasta que cumplimos 10..muy lindas vestidas hasta que empezaron a llegar los hermanos, adiós a la finura y el glamour.