miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿quieres que te cuente un cuento?

¿quieres que te cuente un cuento?
¡¿no?!
¡ pues me vale, jijo de tu piojoso barrio, ahora te lo cuento!!
¿ Te han contado la trágica historia de la vecina a la que se la bolseo el asesino?
¡¡Nombre!!! no estoy para contarlo, ni tú para saberlo pero,¡ ay, jijos!

Aquella madrugada doña fulgencia salía toda apurada, con su bolso debajo del brazo, rumbo a la parada del camión. La pobre mujer , medio mal vestida, iba aún dormida  y tenían un solo pensamiento en su mente, alcanzar cita en el hospital general.
Con eso de que su hijo le había comprado su seguro popular,eso si,  falsificando su acta de nacimiento para poder  comprarlo  mas barato.
si , porque para comprarlo mas barato tenía que hacer pasar a la jefecita como de la tercera edad, seña de lo bien preocupado que estaba el hijo, de la salud de su madrecita.
Y bueno la jefecita tenía ya 15 días levantándose a las 4 de la mañana para alcanzar un lugarcito con el médico general y cuando por fin pudo lograr un cupo, el médico, sin mirarla le dijo que no tenía nada y que la iba a pasar con el ortopedista.
¡¡Nombre!!!  Fue una odisea ver al medicucho ése. Ése si que era un medicucho, porque se le llenaba la sala de espera con gente del seguro popular y siempre llamaba para avisar que no podía ir a la consulta. Así que los pobres infelices, todavía sin comer y casi sin brazos ni piernas, tenían que regresar al día siguiente para ver si de casualidad el medicucho ése podía atenderles.

Pa' no hacerla larga, al día siguiente la sala de espera estaba llena de remisos y de nuevos pacientes y siempre pasaba lo mismo, el medicucho llamaba para decir:
-echelos a todos fuera que no puedo atenderlos, que estoy en una emergencia. Pobre secretaria se cponía de todos los colores con todas las mentadas de madre que el decían.

Pos bueno, doña fulgencia pensó quejarse... así que fue al hospital general, y ya ahi,  en el control le dijeron que por ahi, por cualquier lugar había una lugar donde poner su queja.
Ya harta de que todos se burlaran de su pobreza, Doña Fulgencia  tramó algo... pero muy algo muy feo, la desesperación y la enfermedad la había puesta medio loca.
todas las mañanas le  decía al hijito:

-ándale hijito, acompáñame al médico.

-ay ama como friega, dese por bien servida que le pude transear el seguro popular pa' que todavía quiera que la acompañe, no masque jefa,¡¡vaya usted sola!

Entonces esa mañana, fulgencia ya ni le pidió al hijo que la acompañara al médico.  tomó su bolsa y se la echo debajo del brazo,
En la bolsa llevaba la pistola de su apa, ésa que había usado en la revolución, este día daría con el medicucho ése y lo iba a matar, pa así vengar a todos los enfermos que el doctorcito no había consultado durante días completos. Que si la metían en el bote , mucho  mejor, así ya no tenia que preocuparse de nada.

Iba apurada , medio dormida y pensando como hacerle,  que la pobre  no se dio cuenta que de la esquina le saltó un hombre.

- traiga pa acá la bolsa vieja jija de su mal '%&5%$·6(/9.. - doña fulgencia le ofreció la bolsa donde solo traia la pistola de su apa y doce pesos para el camión y él muy desgraciado del bandido. después de arrancar la bolsa , le dio un golpe y la tiro sobre la banqueta y la dejo desmaya para que la orinaran todos los perros.

cuando volvió en si, la gente pasaba a su lado sin detenerse, ella suplicaba:

- ayúdenme por favor..

Pero las personas aceleraban su paso al verla y al escucharla, pensaban que era una teporochita que estaba cruda y no le atendían.
Como pudo se puso en pie y tambaleándose quiso cruzar la calle, iba tan atarantada que no vio el auto, y él que conducía en el auto iba hablando por su celular y poniendo su estéreo en alguna estación porque quería oír las noticias,así tampoco la vio, hasta que oyó el trancazo.
se hizo un borlote...llegaron las patrullas, las ambulancias...el agente del transito se paro a un lado del hombre...

- mire nomas oficial como dejo esta mujer mi automóvil

l- no pos si, doctorcito...

- lo que mas me preocupa es que ahora tampoco voy a poder ir al hospital a atender a mis pacientes, creo que ya son 15 días sin ir.

- pero no se preocupe...seguramente si le pagaran

- eso si, si no me pagan los demando. Pa' eso tengo abogado, a mi no me roba nadie.- dijo el medicucho...

- oiga oficial y como hacemos con este asunto, como nos arreglamos..

- pos mire doctorcito, como la teporochita no traía documentos,  ni credencial de elector, mucho menos CURP, pos... no pasa nada..váyase y yo lo declararé como atropellamiento y fuga.

- se lo agradezco mucho oficial, ustedes si que comprenden a las personas de bien. y tenga este dinerito, es pa sus chicles

- no tiene porque darme dinero, pero se lo agradezco, vaya usted con dios.- le dijo el oficial

Y esta es la trágica historia de doña fulgencia..que sus únicos pecados fueron haber tenido un hijo tranza y  haber tranceado el  seguro popular